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Bienaventurado

Significado de Bienaventurado

Persona que goza de buena dicha gracias a sus buenas acciones o relación con Dios. Por ejemplo: Eres bienaventurado, gracias al Señor.

Adjetivo

Dicho de alguien que está muy feliz o que es muy afortunado. Por ejemplo: Eres bienaventurada con los hijos que tienes.

De forma irónica se dice de alguien que es sencillo en demasía o que es cándido.

SINÓNIMOS DE BIENAVENTURADO

  1. Dichoso
  2. Feliz
  3. Alegre
  4. Afortunado
  5. Agraciado

ANTÓNIMOS DE BIENAVENTURADO

  1. Desdichado
  2. Infeliz
  3. Triste
  4. Desafortunado
  5. Infortunado

ORIGEN DE BIENAVENTURADO

La palabra bienaventurado proviene del hebreo asrhe y del griego makarioi. Los dos vocablos dana a entender la sensación de felicidad y, también, de estar bendecido. En el caso de la Biblia, las bienaventuranzas constituyen un mensaje central de la predicación de Jesucristo.

Más allá de la felicidad que pueden provocar las cosas terrenales, ser bienaventurado en el sentido Bíblico es estar en paz con Dios y hacer su voluntad. Por lo tanto, las bienaventuranzas también advierte de persecución y luchas que poseen las personas que son consideradas bienaventuradas por el Señor.

CURIOSIDADES DE BIENAVENTURADO

Según algunos teólogos el núcleo de la predicación de Jesús en la tierra estaba compuesto por las bienaventuranzas.

Se dice que las personas bienaventuradas corresponden a la realización de uno de los deseos más poderosos de los humanos (La búsqueda de la felicidad).

Según la Biblia podríamos extraer características específicas que construyen el perfil de alguien que es bienaventurado:

Carácter de Justicia: Los bienaventurados son personas que suelen actuar con justicia.

Humildad: La humildad, es sin duda una característica asociada al deseo de ser un servidor.

Misericordia: Los bienaventurados suelen ser personas compasivas y misericordiosas.

Pureza de corazón: Sin duda esta es su cualidad más característica y la que los hace sobresalir ante Dios.

Las bienaventuranzas se encuentran en el capítulo 5 del Evangelio de Mateo en la Biblia.